En el camino de regreso, después de la visita al hotel de Los Inválidos, atravesamos el Pont Alexandre III al final de la avenida Winston Churchill algunas personas caminaban indiferentes a una ruidosa manifestación por el reclamo a la "Igualdad de los Derechos Humanos"
La belleza del Gran Palacio contrastaba con una joven mujer que extendía su mano solicitando monedas, un organillero alegraba a los que pasábamos a su lado, la Avenida Champs -Elysées
nos ofrecía una muestra de fotos de Clint Eastwood cuya temática nos hablaba sobre la discriminación. En ese corto trayecto donde el perfume francés se hacía sentir, también estaba
presente el otro lado de la moneda... un anciano tomaba un pedazo de pan de un bote de basura.
En ese instante recordé un párrafo del Tango Cambalache, aquí en la ciudad luz, igual que en mi Buenos Aires querido!!
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Mezclado con Straviski va Don Bosco
y "La Mignon"
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclado la vida
y herida por un sable sin remache
Ves llorar la Biblia
contra el calefón
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M.L
domingo, 14 de febrero de 2010
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