La Catedral de Almudena es un templo de exterior neoclásico e interior neogótico, según nos informara el guía allí presente. Tiene tres naves y una "cripta" o iglesia subterránea neorrománica, allí compartimos la celebración de la Santa Misa.
Ya la noche nos acompañaba con una suave nevada en el camino de regreso, hicimos algunas compras y recorrimos las calles a paso lento como deseando retener el tiempo. Nos deteníamos ante la artesanía de las rejas de los edificios, la bella y variada arquitectura no dejaban de asombrarnos, su gente alegre circulando por los cafés, bares de tapas y restaurantes, la oferta culinaria con exibición de los jamones mas variados, comenzaban a abrirnos el apetito, el olor a bacalao y de las gambas al ajillo se hacían sentir... en el centro de Madrid abundan los restaurantes especializados en muy diferentes cocinas que nos permitieron viajar sólo con dar un bocadillo, y nos sumergimos en "Las mil y una Noches"
entre la suave luz de las velas, música y un vinito para coronar la alegría compartida en esa nuestra última noche en Madrid...
M.L
¡¡La Biblia junto al calefón!! ¡¡Excelente!!. Yo viví una experiencia parecida cuando vine a vivir a Buenos Aires. Esas circunstancias, para el extranjero insólitas, para los nativos pasan desapercibidas. ¡¡Y qué importante que por lo menos alguien, aunque no sea de allí, lo note!! porque significa que para los ojos del que lo ve, existen. Un beso, CANDE
ResponderEliminar¡¡La Biblia junto al calefón!! ¡¡Excelente!!. Yo viví una experiencia parecida cuando vine a vivir a Buenos Aires. Esas circunstancias, para el extranjero insólitas, para los nativos pasan desapercibidas. ¡¡Y qué importante que por lo menos alguien, aunque no sea de allí lo note!! porque significa que para el que lo ve, existe. Un beso, CANDE
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